Este jueves el propietario del Chelsea FC, Roman Abramovich, fue incluido en la lista de los multimillonarios rusos castigados por el gobierno británico, por motivos de la invasión de Rusia a Ucrania, lo que significa la congelación de sus haberes y la suspensión de la venta de los ‘blues’.
Las sanciones para el actual dueño de los campeones de Europa es debido a sus vínculos con el presidente Vladimir Putin y que comprenden la prohibición de realizar transacciones con particulares y empresas británicas y la imposibilidad de viajar al país.
Sin embargo, esto no afecta en el interior del Chelsea, ya que podrán seguir jugando partidos, pagar sueldos a los empleados, los impuestos y facturas relacionadas con su mantenimiento, los costes de viaje y los traspasos de futbolistas previamente acordados.
El fin de estas medidas es “proteger a la Premier League, a la pirámide futbolística en general, a los fieles seguidores y a otros clubes”, mencionó el gobierno de aquel país.