Por Alan Rodríguez
También llamada como la “Pelea del Siglo”, el combate entre Muhammad Alí y Joe Frazier que el pasado lunes 8 de marzo cumplió 50 años de haberse celebrado en el mítico Madison Square Garden, de la ciudad de Nueva York, ha sido considerado como uno de los episodios más recordados no sólo en la historia del boexo, sino del deporte en general.
Los peleadores
Frazier llegaba a este combate como el campeón de los Pesados por la Asociación Mundial de Boxeo y el Consejo Mundial de Boxeo. Para Alí, era su regreso a los combates de alto perfil después de tres años y medio, luego de que sus licencias se revocaran por haberse negado a combatir en la Guerra de Vietnam. Los fajines de Frazier estaban en juego en este evento pactado a 15 asaltos.
El contexto
Ambos pugilistas ya manejaban un alto perfil desde años atrás y llegaban invictos a la pelea. Alí era ya esta figura extraordinaria, esa que en la jerga norteamericana se le conoce como “larger than life” por su mensaje pacifista, pero por intimidar a sus rivales con sus palabras, además de haberse despojado de su nombre de pila para ceñirse uno musulmán. Frazier, era más callado, reservado y era de los que hablaban arriba del ring, contrario a su rival, quien no se cansó de lanzarle insultos en los días anteriores al combate.
El escenario
El Madison Square Garden se llenó hasta las lámparas, los mejores boletos costaron alrededor de los 150 dólares (una fortuna entonces) y en el escenario estaban figuras como Frank Sinatra (acreditado como fotógrafo para la revista Life), Barbra Streisand, Sammy Davis Jr, Hugh Heffner, Dustin Hoffman, Diana Ross y Woody Allen estaban en primera fila.
La pelea
El de la iniciativa durante gran parte del combate fue Frazier, quien buscaba a Alí para imprimirle al combate su característico sello de buscar el combate cuerpo a cuerpo, donde era más letal, sin embargo, Alí hizo gala de su juego de pies para esquivar los embates del campeón, aunque visiblemente más lento de lo que tenía acostumbrados. Sobre la mitad de la pelea, el público perdió un poco la paciencia y comenzó a abuchear a los boxeadores, pues éstos no respondían a las expectativas.
El cambio
A partir del noveno episodio Alí se mostró como el de antes, logrando alcanzar a Frazier con golpes largos y sus clásicas escapadas, por lo que comenzaba a inclinar la balanza a su favor. Sin embargo, Frazier comenzó a arrinconarlo cada vez más y en el undécimo mandó a Alí a la lona por primera vez, ayudado por un resbalón del ex campeón, aunque sí recibiendo un gancho de izquierda a la mandíbula.
La conclusión
Tras su primera visita a la lona, Alí no pudo darle vuelta a la página. En los últimos asaltos, Frazier comenzó a arrinconar cada vez más al ex campeón y a los 20 segundos del último episodio logró conectar otro sólido gancho de izquierda que de nuevo mandó a Alí a la lona, del cual el ex campeón se levantó tambaleante y sin oportunidad de revertir la situación. Al final, Frazier logró retener sus títulos y su victoria 27 de manera consecutiva, además de arrebatarle el invicto a Alí, luego de que su triunfo fuera declarado por decisión unánime.
Alí y Frazier se enfrentaron dos veces más, en enero de 1974 en Nueva York y en octubre de 1975, en Manila, Filipinas, combates que el primero ganó por decisión unánime y nocaut técnico, respectivamente.