Por Alan Rodríguez
El 9 de abril de 1981, Fernando Valenzuela tuvo la primera de sus 320 aperturas como pitcher de los Dodgers de Los Ángeles, en el que fue un año mágico para el de lanzador oriundo de Etchohuaquila, Sonora.
Valenzuela llegó a los Dodgers firmado como un prospecto a los 18 años de edad y tuvo su debut en Grandes Ligas en septiembre de 1980, saliendo como relevista. En su primera temporada con Los Ángeles, cumplió con rol de relevo y tuvo 10 apariciones, permitiendo sólo 2 carreras en 17.2 entradas de labor.
Valenzuela se ganó un lugar en la rotación abridora de Tom Lasorda gracias a su desempeño como relevista y a que el cuerpo de abridores de los Dodgers estaba repleto de lesiones durante el campamento primaveral.
El 9 de abril era el día inaugural para los Dodgers en el Dodger Stadium; de hecho, quien estaba programado para abrir era Jerry Reuss, pero unas molestias en su pantorilla no le permitieron hacer la apertura y quien entró de emergencia fue “El Toro”.
La actuación fue una blanqueada 2-0 sobre los Astros de Houston. Valenzuela lanzó las nueve entradas completas, permitiendo sólo cinco imparables en toda la ruta, ponchando a cinco rivales y enfrentando sólo a 33 bateadores.
Lo que pasó después
Esa primera apertura de Valenzuela fue un microuniverso de lo ocurrió ese año. En sus siguientes siete aperturas “El Toro” ganó todas, completando seis juegos y acumulando cuatro blanqueadas más. El mexicano terminaría el año con marca de 13-7, que le valió para llevarse los premios de Novato del Año y Cy Young de la Liga Nacional, pero más importante, ganando el tercer juego de la Serie Mundial de ese año frente a los Yankees de Nueva York y ayudando a la coronación de Los Ángeles.